Se necesita una comunidad: cómo Gloria y Kelley encontraron el apoyo que necesitaban como cuidadoras

Gloria siempre ha sido el corazón de su familia. Madre enérgica de siete hijos, construyó una vida llena de amor, tradición y trabajo duro. “Soy del North End, italiana. Mi abuela tenía propiedades en Revere Beach donde cocinaba y vendía comida,” recuerda Gloria. “Todos terminamos mudándonos a Revere, donde conocí a mi esposo y tuve a mis siete hijos. Siempre nos cuidamos entre nosotros, y soy afortunada de que todos sigan siendo muy unidos.”

Pero con el paso de los años, la vida cambió. Las tareas diarias se volvieron más difíciles, y tras la pérdida temprana de su esposo, y más adelante de un hijo y un nieto, Gloria se encontró necesitando más ayuda de la que jamás imaginó. Kelley, siempre cercana a su madre, tomó la decisión de mudarla a su casa y asumir el rol de cuidadora a tiempo completo, mientras también trabajaba y cumplía con sus propias responsabilidades personales.

Con el tiempo, el peso de ser cuidadora se volvió abrumador. Kelley vivía constantemente preocupada por el bienestar de su mamá, especialmente cuando no estaba en casa. “Trabajaba en la I-93 en gestión de propiedades, y muchas veces tenía que dar la vuelta en la autopista y volver a casa de inmediato cuando ella me necesitaba,” recuerda Kelley. Dejar a su mamá sola se volvió demasiado riesgoso, pero encontrar ayuda profesional en quien pudiera confiar parecía casi imposible.

Todo cambió cuando Kelley descubrió Entyre Care.

A través del programa, se enteró de que cuidadoras como ella podían recibir una compensación económica por el cuidado que ya estaban brindando. Esto no solo alivió la carga financiera, sino que también le permitió enfocarse más en el bienestar de su mamá sin sentirse tironeada por todas partes.

Pero el mayor alivio no fue solo el apoyo económico, sino el equipo de cuidado que vino con él. Kelley y Gloria fueron conectadas con Lauren, su enfermera dedicada, y Jackie, su coordinadora de cuidado.Lauren brindó orientación médica, asegurándose de que Gloria recibiera el cuidado y seguimiento adecuados, mientras que Jackie las ayudó a navegar el proceso del cuidado, ofreciendo apoyo emocional y soluciones prácticas.

Para Gloria, esto significó tranquilidad—no solo para ella, sino también para Kelley. “No tengo que preocuparme por terminar en un asilo de ancianos,” dice Gloria. “No quiero ser una carga para mis hijos. No quiero que me visiten allá. Siempre me han conocido como una persona activa. No quiero que me vean de otra forma.”

Gracias a Entyre Care, Gloria puede quedarse en casa, rodeada de su familia, tal como siempre lo soñó. “Yo no viviría,” agrega. “Amo la vida. Amo a la gente. Y no me quiten a la gente.”